CIELO ESTRELLADO

Premio al Talento Joven

Cada noche, Antofa brillaba desde los corros como un cielo invertido. Camila, desde su ventana en la Toma la Chimba, imaginaba que cada luz era una estrella esperando ser alcanzada. Su padre le prometía que algún día vivirían abajo, donde las calles son pavimentadas y el agua salía con sólo girar la llave. Una madrugada, un apagón dejó todo en penumbras. Camila no lloró, encendió una linterna y dibujó constelaciones en el techo “Ya vivimos en el cielo” susurró. La ciudad dormía sin saber que en lo alto, una niña ya estaba conquistando su propia galaxia.

Aracelli Fernández Quea, 17 años, Antofagasta.

Ilustración: @tachidraws

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