¿DUELE?

Mención Honrosa

Aún recuerdo esos golpes en el pecho. Eran manos fuertes las que nos sacudían. Sin embargo, nunca pudimos evitarlo. “Ya llegó el loco de los puñetes”, gritábamos en una alerta general. Cada día, en la salida, estaba él a la espera, pidiendo un cigarrillo, contando sus fantasiosos logros arriba del ring, mostrando sus músculos de acero. Y esa marea de liceanos intentando soportar el nuevo jab del inolvidable Palomilla Corvalán. Cómo nos dolió saber que nunca pudo llegar donde él tanto quiso. “Nunca es nunca para los campeones”, alardeaba el mismo Palomilla, encumbrado en un trago del viejo Farruco.

Juan Buendía, 58 años
Antofagasta

Ilustración: Alberto Montt