MAR AZUL, MAR COBRIZO

mención honrosa

El desierto es un mar que no conocía. Antes, mi mundo llegaba más al sur, era plano, y al llegar al límite, el abismo. Un día me aventuré a ir más allá. Y de azul, el mar se tornó cobrizo. Mundo nuevo, pero no redondo como decían, ni se acaba ni se seca, por más agua que le eche. Eso sí, las olas son enormes; en días normales voy de cresta en cresta, de tres mil a cinco mil de altura. Y lo peor es que las mejores pescas están allá, en el fondo de la cima.

Claudio Riveros Román, 51 años
Antofagasta

Ilustración: Hombre Hada