OCHO MINUTOS Y VEINTE SEGUNDOS

Mención Honrosa

Una de las ventajas de estudiar Física era tener conocimiento de cosas que la mayoría de la gente simplemente ignoraba. Ese fue el caso cuando un acalorado día de primavera salió de las R, luego de la universidad, bajó por Virgilio Arias y se acomodó en la costa del parque Croacia. Entonces observó el bello atardecer, recordó que la luz tarda ocho minutos y veinte segundos en viajar a la Tierra y sonrió al pensar que aquel sol anaranjado que miraba realmente ya no existía. Como habría dicho él mismo, cuando todavía escribía poesía: «Ese atardecer era una ilusión».

Francisco Luco Morales, 26 años
Antofagasta

Ilustración: Jahir Jorquera